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El Espectador
Sandra Vilardy COP16

Sandra Vilardy

Quiroga

08 de mayo 2024

La biodiversidad: una oportunidad pendiente

Ser anfitriones de la COP16 es una gran oportunidad para muchas cosas. Desde el anuncio hemos pasado por momentos de euforia, mensajes variados, muchas ideas y algo de incertidumbre, para canalizar las ganas de apoyar este evento. Mientras tanto, la autogestión y la creatividad van emergiendo. Organizaciones de muchos tipos se están preparando para estar listas cuando las cosas sean más claras, se están desarrollando múltiples eventos y se alistan estrategias de pedagogía y de comunicaciones. El pasado domingo, por ejemplo, El Espectador presentó Ruta a la COP16, su campaña para explicarnos “por qué este es un asunto que debería importarnos a todos”.

Biodiversidad es un concepto relativamente reciente, complejo y aún está muy lejos de ser apropiado masivamente; tal vez el concepto más cercano y familiar es el de naturaleza. El desarrollo sostenible ha sido ampliamente incorporado en el mundo político, económico y corporativo, donde para muchos la biodiversidad hace parte de la sostenibilidad. Para algunos lo más cercano para comprender la crisis de biodiversidad está relacionado con la crisis climática, otro concepto complejo. La dificultad de apropiación del concepto se ve en las múltiples comunicaciones sobre la COP16 provenientes de diversas orillas, intentando hacer maromas para sumarse de manera propositiva a la conversación sobre biodiversidad.

Cuando hablamos de biodiversidad no solo hablamos de la diversidad de especies que han existido en el planeta, también es la diversidad de formas en las que se han organizado geográficamente para conformar ecosistemas y la variabilidad interna de cada especie gracias a la diversidad de sus genes. Tres escalas en las que la diversidad de la vida se expresa y que se contienen como muñecas matrioskas: diversidad genética, de especies y de ecosistemas. La biodiversidad en funcionamiento permite que la vida en su conjunto se mantenga, se cuide y siga evolucionando. Los seres humanos son una especie más en ese conjunto de la evolución biológica, dependemos completamente del funcionamiento de la biodiversidad para alimentarnos, tener salud, obtener medicamentos, aire puro, agua dulce, materiales para nuestras viviendas y vestidos, y protegernos de desastres. Gracias a la observación y el ingenio hemos logrado desarrollar diversos sistemas de conocimiento y expresión sobre la vida que nos rodea.

El nuevo marco global de biodiversidad aprobado en la COP15 en Montreal, sobre el que se revisarán avances en la COP16, se construyó para enfrentar una preocupante realidad. A pesar de los esfuerzos, la biodiversidad se está deteriorando a un ritmo sin precedentes en la historia de la humanidad: el 25 % de plantas y animales evaluados están amenazados y cerca de un millón de especies están enfrentando una acelerada extinción. Las causas directas son los cambios en el uso del suelo y el mar principalmente por actividades agropecuarias, la sobrexplotación de algunas especies, el cambio climático, la contaminación y la introducción de especies invasoras. Detrás de esto hay sistemas de valores y comportamientos sociales que aún creen que la biodiversidad está a nuestro servicio y no que dependemos de ella.

Al hospedar la COP16 se debería detonar un gran proceso pedagógico nacional sobre el valor de la biodiversidad. Más allá de ser el país de la belleza, necesitamos reconocer que dependemos de ella y, en el incierto futuro climático, tener la biodiversidad sana y funcionando por todo el país será nuestro mejor seguro. No dejemos escapar esta oportunidad.

Publicado en El Espectador https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/sandra-vilardy/la-biodiversidad-una-oportunidad-pendiente/

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